miércoles, 19 de diciembre de 2007

Una Historia de ¿Amor?

La vida dormía. Dormían piruetas, dormían colores. Soñaban la música y las flores, volaban algunas ideas, flotaban algunas nubes de esperanza. Caminaban sin sentido los rayos del sol, y se abrazaban a ellos los árboles.
Era paz. Era su mundo. Y era también el mundo de una bruja brillante que robaba corazones para romperlos, y el de un mago azulado que enamoraba corazones rotos.
Un día se encontraron. Y los rayos de sol caminaron a su lado para iluminar el encuentro, comenzaron a brillar los colores y los sueños de las flores se realizaron. La música y las piruetas se despertaron y juntas se transformaron en el baile de la vida.
Los árboles, con la ayuda de algunas ideas del viento, abrazaron al mago y a la bruja.
El la saludó, intrigado por su brillo intenso. Ella lo saludó, procurando no dejarse llevar por su belleza azul.
Sin querer se miraron a los ojos, y un montón de duendes aprovecharon para construir un puente entre sus miradas. Un puente para que lo atraviesen de la mano. Un puente entre ellos sin intenciones de desvanecerse.
El dio media vuelta y se fue.
Ella se quedó ahí.
El puente aún estaba intacto, pero ya estaban dando el primer paso.
El tenía inmensas ganas de abrazarla, ella volaba sentada en una nube. Los dos sonreían, sin saber que eran cómplices, y en su mundo, como nunca antes había sucedido, comenzó a llover esperanza.

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